Foto panorámica de la Huaca de El Sol, tomada desde la
Huaca de La Luna. Al fondo, la llanura del valle de Moche y la ciudad de
Trujillo.
Desde lejos se puede divisar, en
el fértil valle de Moche, una enorme pirámide que llama la atención por su gran
volumen y belleza arquitectónica: es la Huaca de El Sol, la más grande del Perú
(y posiblemente de América), y una de la más importante para la sociedad
prehispánica que conocemos con el nombre de Moche (o Mochica).
Esta construcción monumental se
ubica muy cerca de la ciudad de Trujillo -a 6 kilómetros del mar- al pie de un
promontorio rocoso llamado Cerro Blanco, en la margen izquierda del río Moche,
en un punto entre el valle bajo y el valle medio. La pirámide tiene básicamente
una forma rectangular a la que se le han agregado algunas otras formas
geométricas. Su tamaño es monumental: 345 metros de largo por 160 metros de
ancho y 42 metros de altura. Gran parte de este volumen fue destruido durante
la colonia. Con la finalidad de buscar tesoros en su interior, el río Moche fue
desviado para que partiera en dos la pirámide. El resultado fue peor de lo
esperado, pues el río se llevó cerca de dos tercios de la Huaca. Pero en su
interior no se encontró ningún tesoro.
El corte ha permitido ver que
toda la pirámide está construida con adobes. Se ha estimado que se usaron 140
millones de adobes en su construcción. Como el río cortó la pirámide desde su
base, se ha podido observar que la Huaca del Sol no fue construida toda en un
solo momento, sino que sufrió muchas modificaciones y ampliaciones hasta tener
el volumen que actualmente le conocemos. El arqueólogo norteamericano Moseley
ha visto en el corte 8 etapas en las que se construyó el monumento. Las
primeras remodelaciones se habrían producido durante las fases I, II y el
inicio de la III, y la gran masa de la pirámide se habría construido durante la
fase III y IV. El volumen de la pirámide (a lo largo, ancho y alto) era
ampliado construyendo grandes columnas de adobes adosadas unas a otras.
Los adobes para la construcción
de esta pirámide (la Huaca del Sol) y otras de Moche (como la de Sipán o El
Brujo) tienen 2 características importantes: eran hechos con moldes y tenían la
marca del fabricante. La fabricación con moldes permitía tener adobes con las
mismas dimensiones y calidad. En la cara superior del adobe se hacían unas
marcas. Estas eran puntos y rayas, o aspas. Se cree que las marcas corresponden
a la comunidad que los fabricó, y que servían para controlar la cantidad de
adobes con los que contribuían en la construcción de la Huaca. En El Sol se han
encontrado por lo menos 96 marcas distintas.
En base a los estudios de la
arcilla de los adobes, se ha determinado que secciones enteras de la Huaca
están construidas con adobes provenientes de una misma cantera, y tienen un
mismo tipo de marca.
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